Es desgarrador pensar en la terrible noticia con la que nos levantamos antes de ayer, con ese terremoto que tantas vidas se ha llevado y tanto dolor ha sembrado. Casi no quiero ni pensar en todos esos niños que yacen bajo toneladas de escombros de lo que era su escuela, allí donde además de aprender, jugaban, reían, lloraban...
No, no quiero pensar, pero no nos queda más remedio que pensar. Ahora más que nunca hace falta pensar en cómo ayudar a salir adelante a los que quedaron, a rezar por los que resultaron heridos, para que se curen y sigan adelante. Va por todos ellos nuestros rezos y nuestros mejores deseos, susurrados a miles de velas rojas que se hayan encedidas por todo el mundo por ellos.
14 de mayo de 2008
Terremoto en China
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1 comentarios:
Me he pasado un buen rato llorando y me acordaba de ti. Espero que el jardin de los angeles los acoja y les de calor.
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